Intitulado

Lloro porque emprendo la retirada
porque me vi en fotos en la que jamás estuve.
Transité caminos que sentía conocidos,
jamás pisados por esta humanidad mía.

Vi la conexión profética con mi pasado ancestral, con la raíz de mi memoria
y de mis vivencias.
Comprendí lo que significa retornar a Itaca.

Tantos años pasaron para vivir esta anagnórisis,
tan pocos días para experimentar este reconocimiento,
encadenar momentos y recrear recuerdos.

Sentí un aire consanguíneo y a los árboles que me daban la bienvenida,
 mi corazón latía al ritmo de voces desconocidas,
vi rostros que maduraron con los años,
sonrisas y abrazos fraternos que esperaban mi llegada.

Fui feliz, soy feliz con ustedes mis nuevos hermanos
los que están, los que siempre estuvieron tejiendo vida
paralela a la mía.

Me alegro de este llanto porque se que fluye de donde se mecen
mis recuerdos más alegres, mis momentos atesorados
los felices, los que nada podrá arrancar de mi.

Sentí la calidez de que reside más allá de la temperatura o el clima.
Me llevo algo más que fotos y un puñado de tierra.

Vi sinceridad y sabiduría en cada planta que crece en esta tierra
y en las manos que han seguido paso a paso su crecimiento,
las mismas que han sembrado amor en sus vidas: la matriarca
la que creo este pequeño mundo llamado: familia.


P.d: Este escrito no sigue aquel principio de Quiroga "No escriba bajo el imperio de la emoción, déjala morir y evócala luego" Emoción es lo que impera en estas palabras y agradecimiento a todos los que han hecho feliz mi estancia en el pueblo que vio nacer a mi padre.

4/01/10