Dejamos de ser humanos

     No puedo determinar el punto exacto en el tiempo en el cual dejamos de ser humanos. El animal más inteligente y evolucionado de nuestro pequeño mundo ha desarrollado la capacidad de ser más indolente e insensible cada día. Valores como la solidaridad, la tolerancia y el respeto han caído en franco detrimento.

     Nuestros valores ahora son los que dictan los índices de marketing, la televisión, las marcas, la oferta y la demanda. Es normal que la gente muera a nuestro lado, nosotros no nos inmutamos, seguimos corriendo en la ruedita como hámsters, tras nuestros sueños o peor aún tras los sueños de otros, de las empresas.  

   Perdimos el referente de lo que significa una lágrima, seguimos adelante sin siquiera mirar atrás, sin detenernos a pensar en esa lágrima que posiblemente fue causada por nosotros. Peor cuando ese quien llora compartió sus mejores sonrisas contigo.

   Gabriela Durán Arnaudes no pertenece a este mundo miserable en el cual solo se está pendiente de lo que "nos pertenece", de las tarjetas de crédito, de un pequeño círculo, un mundo en el cual las personas dejaron de serlo y se desecha a la gente cuando no sirve para nuestros propósitos. No quiero ser jamás un autómata ni una marioneta insensible, siempre seré humanista, ghandiana y de izquierda.

    Recuerdo que muchos se han burlado de las asociaciones al estilo "Salven a las ballenas" yo lanzaré mi campaña "Salven al ser humano", salven su conciencia.