Lo que Vimazoluleka me dejó

“ El teatro es la comunión de un público con un espectáculo viviente"
Silvio D’Amico

El epígrafe de este post fue la primera definición que me dio mi madre de la palabra teatro cuando tenía cinco años. Con el disfrute permanente, la discusión continúa y la lectura la he comprendido y entronizado hasta sentirla cotidiana. Esa frase alude con sencillez a lo que en teoría de la literatura llamamos pacto ficcional, esa correspondencia que se establece entre espectáculo y espectador cuando la representación es creíble y puede llegar a tocar fibras de la sensibilidad humana. Estar, vivir en un mundo posible mientras transcurre la función. Con Vimazoluleka logré la ansiada comunión con ese espectáculo viviente.

En las dos funciones capté la esencia y el llamado a reflexión que propone esta pieza teatral musical, observé el trabajo con las emociones humanas, la ironía y lo grotesco. Las canciones, las coreografías, más un texto bien escrito, dirigido y actuado fueron el vehiculo para transmitir un mensaje bastante profundo sobre la vida, la humanidad, la fe y los sentimientos.

Durante la obra reí hasta más no poder, también pensé en el ser humano sin humanidad que vaga por el mundo como un inconsciente inquisidor, sin principios éticos, sin la menor preocupación por el otro, tan poco fiel a sus ideales, autómatas de la moda, de la contracultura y del rumor. Vimazoluleka es un espejo de nuestra triste sociedad, de las carencias afectivas, de los reclamos.

Al disfrutar una obra teatral, leer un libro o ver una película es casi imposible para mi no establecer analogías y comparaciones con otras lecturas, citas o canciones. En momentos precisos de la obra pensé en el tango cambalache y su primera estrofa

“Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé. /

En el quinientos seis / y en el dos mil, también./

Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafaos/

contentos y amargaos, barones y dublés./

Pero que el siglo veinte es un despliegue

de maldad insolente, ya no hay quien lo niegue.

Vivimos revolcaos en un merengue

y en el mismo lodo todos manoseados.



Vimazoluleka escrita y dirigida por Levy Rossell Daal, gran dramaturgo, actor, docente y mejor persona  muestra a través de sus pluma y dirección a esa variada gama de “chorros, maquiavelos y estafaos, contentos y amargaos, barones y dublés” que no ha cambiado desde el principio del mundo.
Vimazoluleka estrenada en 1966, sigue aun más vigente 44 años después. Es una pieza única del teatro venezolano, divertida, amena, profunda, digna de ser disfrutada y discutida. Me gustaría disfrutar de esta obra y de sus personajes diversos en el Aula Magna o en la Sala Ríos Reyna del Teresa Carreño.

Comentarios

Edgar Gonzalez ha dicho que…
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Edgar Gonzalez ha dicho que…
wao! que palabras tan maravillosas. Y que orgullo para mí haber sido parte de este elenco y esa pieza tan extraordinaria.

Entradas populares