Juego cruzado. Encuentro poético con Edda Armas, Eleonora Requena y Gina Saraceni

Cuando entré todo estaba dispuesto en el Aula 201 para celebrar un encuentro con la poesía, de la mano de tres mujeres que la tienen como pasión, como oficio. Yo quería saber más de sus poéticas y me llevé una grata experiencia.
 Un mantel azul rey y tres rosas amarillas le otorgaron un lustro especial al escritorio de nuestra aula ágora. Parecía distinto, se sentía distinto aquel lugar donde disfruté tantas clases. Me ubiqué en un puesto en primera fila y desde allí me dispuse a escuchar: poesía y vivencias.

Eleonora Requena, Edda Armas, Gina Saraceni

“La literatura para mi siempre estuvo garantizada”.

Edda Armas

La primera en tomar la palabra fue Edda Armas, segura, en sus aguasse desplazba entre el anecdotario y la lectura de su poesía.
Nos contó que mientras estudiaba psicología subía, de vez en cuando, por la rampa que conduce a las aulas de la Escuela de Letras y entraba anónimamente a las clases de Guillermo Sucre y María Fernanda Palacios ¿Intuían ellos que esa muchacha sería poeta? No lo sé… pero supongo que cuando se tiene una comunión tan temprana, tan cercana con la literatura deben saltar a la vista algunos indicios. Edda comenzó a escribir tempranamente, ya en 1975 había Roto todo silencio.

Leyó 13 poemas pertenecientes a varios de sus libros, mientras leía interpretada cada palabra, miraba al público y con maestría acotaba, por ejemplo que:“los poemas en bicicleta son un regocijo de lo privado”. De ese poemario leyó Araya, disfruté escuchar de su voz estos versos:

“Escaleras de caracol para ascender al lugar más alto

de la torre y desde allí enfrentar las dudas y los

miedos más abrasivos del alma”(…)

Soy inocente…

Eleonora Requena

Luego le tocó el turno a Eleonora Requena, mucho más reservada, no contó tantas anécdotas, su torrente poético habló por ella. De Eleonora conozco la poesía que publica en su blog: http://nocturna-mas-no-funesta.blogspot.com desde 2006. También algunos poemas de su libro Mandados.

Estudió Letras en la UCAB y según sus propias palabras se sentía muy honrada de leer y comentar sobre su poesía en el aula 201. Habló acerca de “la cinética del deseo” , de “los poemas trazados por el asunto amoroso” justo allí se le adivinó en el rostro cierta nostalgia, ese gesto de quien ha amado y , que tal vez, también ha sufrido alguna decepción. Prosiguió entonces con un poema llamado “tequila dormido” y algunos inéditos que por los momentos son “textos por fuera, sin lugar” como los que se plantean en una especie de ética distinta, en un escenario nuevo para la escritura: el blog.

"La docencia y la investigación resultan amenazantes...

Gina Saraceni

De tercera: Gina Sarraceni, escritora, poeta y profesora de la Universidad Simón Bolívar. De Gina conocía sus trabajos críticos, sus traducciones, compilaciones e investigaciones. Recuerdo haber ido al bautizo de su libro “escribir hacia atrás…” en el Buscón (2008) asistí, entre otras razones, porque las palabras de presentación estaban a cargo de mi querido profesor Rafael Castillo Zapata.

Hoy me sorprendió gratamente su poesía. Los temas de la casa, la memoria y el origen son recurrentes, son motivos que la interpelan y que ha querido explorar desde distintos ámbitos.

Leyó algunos poemas de Salobre, allí el mar era como un leimotiv, tal vez como alusión de aquello que respetamos, reverenciamos o que tal vez tememos.

También comentó que su pasión por la docencia y la investigación le resultan amenazantes para su labor poética, ya que la academia tiene diferentes ámbitos que requieren dedicación, productividad.

Algunos minutos de diálogo

Abrió la conversación Rafael Castillo Zapata, preguntó:¿Por qué decidieron ser poetas?

Eleonora repondió enseguida “Soy inocente… no se fue el primer golpe de palabra. No consideraba escribir otra cosa que no fuese poesía”

Rafael la instó a leer dos poemas de mandados:

Mandado

Se me dijo bébete la risa canta drágate serena en tu butaca canta sin levantar la voz canta arrúllate
mora como un vaso que recibe canta deja abierta esa puerta ella es calladita no te palpes
mójate en el agua tibia canta sin vacilación canta no te demores canta sal de ahí canta cúbrete
la piel mojada canta y canta siempre asiente
casi obedecí pues vivo (Eleonora Requena)

Gina Saraceni: “No decidí ser poeta. No creo que haya elegido. La labor crítica me ha resultado amenazante para el ejercicio de la poesía”
Edda Armas: “ Vino conmigo, vino con mi nombre “ Edda es arte poético. En clarines, mirando las estrellas la escultora Gego m dijo: ¿Tu sabes lo que significa tu nombre? Siempre he escrito”
Edda está relacionado con el nombre de Odín, que entre sus acepciones encontramos: "Poesía" o "Poética", un nombre, un concepto abstracto o tangible, distintivo. Tal vez desde allí comenzó todo…


Influencias de la poesía venezolana y universal
GS: “ Es difícil no ser hijo de alguien cuando se escribe… Es bagaje, patrimonio. Algunas influencias: Pavese, Mauto Lucci”


ED: “ Desde aquel primer taller en el CELARG con Ludovico Silva. Yo la única callada, anotaba en mi libretita aquellos nombres maravillosos y con la beca de 500 bs que me daba el taller,  compraba libros, los leía(…) 
“Después que tienes el compromiso de escribir tienes la tarea de dejar de ser ignorante” (…) 
“Yo no se cuales son mis influencias”

Yo no intervine, pero hoy digo que celebro la voz de estas tres poetas. Digo que adoro el libro “Dagas y otras flores” que sigo el blog de Eleonora, lo recomiendo ampliamente y que espero que Gina encuentre más tiempo para escribir poesía.

Para la próxima espero que mi timidez, latente e incómoda, me permita decirles: ¡Adelante poetas, sigan escribiendo, sigan publicando!