Ser estudiante de Letras

Estudiante de Letras a punto de terminar carrera, situada en un punto en el que pensaba sabría mucho, pero cuando se acerca aun más la tan esperada graduación, siento que cada vez se me hace más grande la lista de lecturas por hacer, culturas por conocer e investigaciones por realizar.
Desde el principio me atrapó la fascinación infinita, la curiosidad, la pasión por la literatura que se aviva cada día más; se expande como enfermedad benigna y contagiosa, cuyos síntomas se hacen cada día más evidentes: avidez compulsiva por más libros nuevos, viejos, ediciones especiales, baratos, caros, primeras ediciones; adquiridos debajo del puente de las Fuerzas Armadas, en Ludens, en la Pulperia o en El Buscón. Bautizada por uno de mis profesores favoritos como el pimentón que no falta en un guiso literario... bueno a los que se puede asistir, a los que me invitan a través del mail, el facebook y las invitaciones abiertas que se encuentran en las carteleras de la universidad.
Pocos e insignificantes los malos momentos vividos en Letras, reducidos a un solo nombre y apellido, que ni siquiera merece ser nombrado. Los felices son tantos... anecdotas, cursos inolvidables, amigos, profesores admirados y conocidos desde la esfera academica hasta el ambito humano.
Ni escritora, ni poeta, ni ensayista (Por ahora...) Tal vez más dramaturga. Me hallo en un momento de no saber que etiqueta me corresponde.¿Etiqueta?... pero si a mi no me gustan las etiquetas. En mi puede habitar todo, por siempre estudiante de Letras.

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