¡Feliz día mundial del teatro!

    Desde 1961 la UNESCO proclamó el 27 de marzo como ¡Día Mundial del Teatro!. Yo lo celebré como debe ser. En la mañana asistí junto a mi padre a una proyección de la película Azú, allí me encontré con parte del maravilloso elenco de la película y con un público emocionado que por vez primera veía el film. A pesar de no ser propiamente teatro, en Azú habita la esencia interpretativa de la emoción, de la interpretación y esa comunión de un público con un espectáculo viviente, como decía Silvio D´amico. 
    Luego fui al centro cultural a reunirme con mi productor y a recibir los dividendos económicos de las funciones de "Té, galleticas y cianuro", ya no recibo de pago un pan con mortadela que no puedo comer por ser vegetariana. Ahora no me las como tan verdes, si pintonas.
    Luego asistí al ensayo de Pater Noster, una obra teatral en la cual participo como asistente de dirección, después al ensayo de Caracas Urgente, hablamos de simbolismo como corriente literaria, artística y humana, de las analogías que pueden existir entre las transformaciones hausmanianas en París y de nuestra ciudad que siempre nace y para cerrar con broche de oro fui al Celarg a ver las Sin Cartel.
  Me siento feliz de pertenecer a esta magia de mimesis y mundos posibles, orgullosa de mi linaje histrionico, con ánimo e ímpetu para seguir en este camino que para mi es mucho más que un divertimento. Le rindo un tributo silencioso a Luis Marquez Paez, Gilberto Pinto, Lola Ferrer y abrazo a Paul Williams maestros de mi madre. A Enrique Benshimol, Vittorio Gassman, César Rengifo, Armando Urbina y Valentin Fajardo maestros de mi padre. Gracias a ellos mis padres se formaron, gracias a mis padres y a Levy Rossell hoy hago teatro.

¡Qué viva el teatro y sus alcances! Un saludo especial a quienes les apasiona actuar, dirigir, escribir, producir, maquillar, vestir, musicalizar y apoyar al teatro.